El presidente saliente de los Estados Unidos, Donald Trump, ha prohibido ocho aplicaciones chinas de alto perfil por motivos de seguridad nacional, incluidas herramientas de pago conocidas como AliPay y WeChat Pay.
El presidente Trump firmó una orden ejecutiva argumentando que se deben tomar «medidas agresivas» contra ocho aplicaciones chinas notables: QQ de Tencent, QQ Wallet, CamScanner, SHAREit, VMate, WPS Office, así como AliPay y WeChat Pay. La orden le da al Departamento de Comercio de Estados Unidos 45 días para determinar qué transacciones serán prohibidas bajo la directiva.
La medida plantea interrogantes sobre el estado de las relaciones entre Estados Unidos y China mientras el nuevo presidente Joe Biden se prepara para asumir el cargo a finales de este mes.
«Al acceder a dispositivos electrónicos personales como teléfonos inteligentes, tabletas y computadoras, las aplicaciones de software conectadas de China pueden acceder y capturar vastas franjas de información de los usuarios, incluida información confidencial de identificación personal e información privada».
«Esta recopilación de datos amenaza con proporcionar al Gobierno de la República Popular China y al Partido Comunista de China acceso a la información personal y de propiedad de los estadounidenses, lo que permitiría a China rastrear la ubicación de los empleados y contratistas federales y crear expedientes de información personal».
Aplicaciones: Una orden saliente
Es probable que la orden de Trump ejerza más presión sobre las relaciones entre Estados Unidos y China y representa un acto de cierre apropiado para la presidencia de Trump, que con frecuencia ha adoptado una postura dura contra Beijing. Joe Biden podría buscar revocar la orden ejecutiva cuando asuma el cargo, pero su equipo aún no ha comentado sobre la probabilidad de que eso suceda.
Muchas de las empresas afectadas por la orden de Trump aún no han emitido una respuesta, pero Kingsoft, los creadores de WPS Office, afirmaron que es poco probable que la nueva legislación tenga un efecto sustancial en las operaciones comerciales.
Con la inauguración de Biden programada para el 20 de enero, queda un gran interrogante sobre cómo abordará la amenaza que representa China. Sin embargo, es poco probable que el presidente entrante sea tan agresivo como Trump, quien ha iniciado una guerra comercial que ha tenido impactos económicos significativos tanto en Estados Unidos como en China.